A Pleno Sol
Fusionar ministerios, no es ahora mismo una necesidad nacional. No va a dar por terminado el clientelismo partidario. No hay razón para las fusiones. Ni siquiera es un intento de modernizar la administración pública.
Lo que se debe de aplicar es la modernización y el trabajo consciente de los ministerios. Que se deje un lado la burocracia atormentadora, y se dé pie a un trabajo consciente. Con fusión o sin ella, las botellas van a seguir flotando.
Hay que reencaminar a la administración pública. Muchos estiman que es un premio que se han sacado, otros una paga por los trabajos de campaña. Son ecuaciones falsas, irreales y de un oportunismo molestoso.
Hay un absurdo en pensar en una fusión entre el ministerio de Educación y el ministerio de Educación Superior. Aunque se hable de educación, son dos campos diferentes, con estrategias propias de cada una de estas dependencias.
El ministerio de Educación va dirigido a la enseñanza pre-universitaria. Es gratis y hasta obligatoria, aunque los padres incumplen con sus obligaciones. Educación Superior debe normar la calidad de la enseñanza que se imparte en universidades.
Un trabajo difícil y arduo porque en muchas universidades de bajo costo se violan reglamentos y no se ofrece una buena educación a los jóvenes que van a cursar diferentes disciplinas.
Con la educación básica empantanada, donde lo único que funciona es el desayuno y el almuerzo escolar, no se puede pensar en fusión, sino en eficiencia. Mejorar la calidad de la enseñanza.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).